viernes, 30 de diciembre de 2011

MIS PRIMERAS COSITAS EN PLATA

Una cálida tarde de abril, cuando todo estaba en silencio en los alrededores, me encontraba sola en la casa de atrás. Hacía sol y los rayos penetraban por los cristales de la ventana del baño. Entonces recordé que había quedado con mi amiga Segis para pasear por la orilla del MAR.
Salí corriendo hacia allá y Segis estaba sentada en una piedra blanca, la puede ver desde muy lejos (Júpiter de Arcadia me concedió el poder de la visión "Más Allá"). Estaba sentada en una ROCA, con su habitual CHAQUETA NEGRA DE RAYAS AZULES y esa cabecita tan pequeña que a veces ni se la ve.

"Que alegría verte amiga mia", "Igualmente por mi parte". Y paseamos por la orilla contándonos las anéctodas de la vida cotidiana hasta llegar al embarcadero. Allí había una barca muy chiquitita que tenía colgados unos UTENSILIOS PARA PESCAR muy muy raros. "Creo que son para pescar a los hijos de las ballenas y enseñarles a bailar claqué".
Será mejor que volvamos a casa, está anocheciendo y empezarán a caer las estrellas. "¿Sabes?, el otro día salí al jardín y cogí un montón de ellas, las metí en una bola de cristal (la jaula de la que nunca podrán salir) y les puse encima se su JAULA DE LAS ESTRELLAS, una lenteja para si les entraba hambre".

2 comentarios:

  1. Me alegro de que te gusten, son las primeras creaciones en plata, y poco a poco a ver si se me van ocurriendo cosas originales.
    Vero.

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