martes, 4 de marzo de 2014

LA SANDÍA MÁGICA


Dulia salió temprano al bosque para recolectar los mejores frutos bañados por el rocío. El suelo por donde pisaba estaba húmedo y sus pies se clavaban en la tierra como si fuera fango. El sol lanzaba sus rayos a través de la frondosidad, entre ramas, matorrales y malezas, buscando cada agujerito por pequeño que fuera para penetrar en el bosque. Dulia llevaba una fuerte chalina que le protegía del frescor de la mañana y de las salvajes ramas que le dificultaban el paso. Y colgaba del brazo una hermosa cesta de mimbre.

Los primeros frutos en caer eran de color rojo de pequeño tamaño, muy sabrosos al gusto. Los siguientes fueron las preciadas ciruelas de un intenso morado. Amigos del bosque: Mani Madera, Salto Grande, Río Frío, Ciudad Tree, le saludan y le animan a llevarse otros suculentos manjares.... Dulia agradecida les ofrece su mejor sonrisa acompañada de su mejor deseo para un "buen día".

Se estaba haciendo tarde, entraba el mediodía, y el bosque empezaba a ser peligroso, pues otros a los que no consideraba sus "amigos" comenzaban a despertarse: León Faire, Miedis Patris, Finisis.... Peligrosos, malhumorados y malintencionados, podrían abalanzarse sobre Dulia por ser forastera en dichos parajes.

Caminaba deprisa por la vereda, y sorprendida por el salto de Made Mïa, se quedó paralizada durante unos segundos. Made Mía es una cebra, es "la cebra", que le cuidó, protegió de los peligros del bosque y alimentó con su plantación de sandías, cuando Dulia siendo muy chiquitita, con tan sólo 4 años..., se perdió en la inmensidad de este, permaneciendo en él durante 7 meses a los cuidados de Made Mía. Después de los pocos segundos de shock, Dulia le pregunta que es eso tan importante que le inquieta. Made Mía le revela el secreto de la sandía.... "Dulia, querida, en esta selva... he conseguido algo excepcional y me alegra encontrarte porque serás la primera en saberlo. Después de mucho estudiar, repasar los ensayos del profesor Magdaleno y múltiples reproducciones in situ he conseguido el desarrollo de la sandía amarilla, cuyas pepitas son de color blanco. Sabrás que sólo unos pocos afortunados son preciados con este maravilloso regalo de la sandía amarilla. Ahora come esta deliciosa raja tan brillante como el sol y vivirás satisfecha para siempre".

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